Interior de local. Desayuno.
Invierno. Menú: gachas con plátano y azúcar mascovar, latke de patatas con
salmón, café con leche, café solo y un zumo de naranja.
- Así
que, has quedado con él.
- Es
tan guapo, que no supe decirle que no, no se le dice que no al chico más guapo
de la fiesta.
- ¡Pero
si es un cretino!
- Lo
sé
- A
todo el mundo le hace lo mismo.
- Lo
sé.
- A
mi me lo hizo.
- Varias
veces, también lo sé. Me lo dijo él.
- ¿Qué
te lo dijo él? Bueno, bueno… no me lo puedo creer.
- Tú
mismo dices que lo hace con todo el mundo ¿por qué piensas que no lo iba a hacer contigo?
Silencio. Ambos se miran.
Silencio. Ambos miran su plato.
- No
quería ser grosero, tampoco nos conocemos tanto y lo que me contó fue
insignificante…
- Me
da igual lo que te haya dicho, lo que me molesta es que vaya por ahí hablando
de mi.
- Yo
no soy todo el mundo.
- Si
te lo ha contado a ti ¿por qué piensas que no lo hace con todo el mundo? Además
¿crees que no hablará de ti?
- Nosotros
no hicimos nada. Sólo quedamos para tomar un café y luego me fui al teatro con
Cecilia; te lo acabo de contar. ¿Por qué habría de hacer lo mismo conmigo?
- Pues
porque hace lo mismo con todo el mundo, parece mentira. ¿o tú crees que
nosotros nos liamos y tuvimos un romance o algo parecido?
- Bueno,
lo que yo sé es que estuviste hablándome de él tres meses; perdón rectifico,
siete, que ya han pasado siete meses desde que lo dejasteis.
- ¡Lo
dejé! Que fui yo quién lo dejó a él.
- A
eso me refería…
Silencio. Ambos miran por la
ventana. Hace frío fuera. Dentro se está muy bien. El desayuno es delicioso. La
música tranquila, las personas que ocupan las otras mesas leen o escriben y el
ambiente es tranquilo.
- Podemos
cambiar de tema si este te molesta.
- No
me molesta el tema, me molesta él y lo que te ha contado de mi.
- Pero
si no me ha contado nada. Hemos hablado de trabajo, y de teatro.
- ¿De
teatro? Ja, ja, ja, ja, ja Pero si ese no sabe ni lo que es un teatro. Ese lo
que quiere es tirarse todo lo que se le ponga por delante. Teatro… Ya verás que
la próxima vez que lo veas te dirá de ir al teatro para impresionarte y una vez
dentro querrá meterte mano y acabaréis en el lavabo o en un palco vacío…
Silencio.
Ambos se miran. Ambos miran el plato del otro.
- ¿Quieres
más?
- ¿Cómo
voy a querer más, si van a hacer ocho meses y aún no puedo sacármelo de la
cabeza? Lo que quiero es que dejéis de quedar con él y de hablarme de él ¡qué
parece que me lo hacéis adrede, para que me de algo!
Silencio, después de los gritos. Los comensales de las otras mesas se han quedado inmóviles. Nadie
dice nada.
Ambos se miran. La música vuelve a poner calma.
- - Yo
no he quedado con él.
Silencio. Uno mira su plato. El
otro no sabe donde mirar.
- Que
si que es muy guapo pero que yo no he quedado con él en plan rollo me gusta me
lo quiero tirar…
Silencio. Uno sigue mirando su
plato. El otro empieza a hacer ruido con el tenedor.
- Bueno, piensa lo que quieras…
De todas formas creo que todavía sigue colado por ti y que quedar conmigo ha
sido una excusa para hablarme de ti.
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